8.- Jesús y el Leproso

BASE BÍBLICA: Mateo 8:1-4 

Y cuando bajó del monte, grandes multitudes le seguían. Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. Entonces Jesús le dijo*: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio a ellos.

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7.- Jesús y la Viuda de Naín

BASE BÍBLICA: Lucas 7:11-17

11 Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con Él acompañados por una gran multitud.
12 Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.

13 Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores.
14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate!

15 
El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.

16 El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo.
17 Y este dicho que se decía de Él, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.

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6.- Jesús y la Mujer con Flujo de Sangre

BASE BÍBLICA: Lucas 8:43-48

43 Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie,
44 se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre.

45 Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen.
46 Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder.
47 Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de Él, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

48 Y Él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz.

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5.- Jesús y el Paralítico Cargado por Cuatro

BASE BÍBLICA:  Marcos 2:1-12

2 Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. 
Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y Él les explicaba la palabra.

Entonces vinieron* y le trajeron un paralítico llevado entre cuatro hombres. 
Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde Él estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. 
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».

Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: 
«¿Por qué habla Este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?».

Al instante Jesús, conociendo en Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo*: «¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? 
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”? 
10 Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados», dijo* al paralítico: 
11 «A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

12 Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás hemos visto cosa semejante».

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4.- Jesús y Natanael

BASE BÍBLICA:  Juan 1:43-51

43 Al día siguiente Jesús se propuso salir para Galilea, y encontró* a Felipe, y le dijo*: Sígueme.
44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro.
45 Felipe encontró* a Natanael y le dijo*: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José.
46 Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret? Felipe le dijo*: Ven, y ve.

47 Jesús vio venir a Natanael y dijo* de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.
48 Natanael le dijo*: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió y le dijo: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
49 Natanael le respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.
50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.
51 Y le dijo*: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.

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3.- Jesús y Zaqueo

BASE BÍBLICA: Lucas 19:1-10

19  1Habiendo entrado Jesús en Jericó, pasaba por la ciudad. 
Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico, 
trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura. 
Y corriendo delante, se subió a un sicómoro para verle, porque Jesús estaba a punto de pasar por allí. 

Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa. 
Entonces él se apresuró a descender y le recibió con gozo. 
Y al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha ido a hospedarse con un hombre pecador. 
Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. 
Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Abraham; 
10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.

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2.- Jesús y Bartimeo

BASE BÍBLICA: Marcos 10:46-52

46 Entonces llegaron* a Jericó. Y cuando salía de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego llamado Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino.
47 Y cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

49 
Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron* al ciego, diciéndole: ¡Anímate! Levántate, que te llama.

50 Y arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús.

51 
Y dirigiéndose a él, Jesús le dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista.

52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.

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1.- Jesús y Nicodemo

BASE BÍBLICA:  Juan 3:1-15

3 Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos. 
Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él. 
Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. 
Nicodemo le dijo*: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? 

Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. 
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 
No te asombres de que te haya dicho: «Os es necesario nacer de nuevo». 
El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. 
Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede ser esto? 

10 
Jesús respondió y le dijo: Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?
 

11 En verdad, en verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no recibís nuestro testimonio. 
12 Si os he hablado de las cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las celestiales? 
13 Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo. 
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, 15 para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna.

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